viernes, 5 de agosto de 2016

03/08/2016 Morondava

Esta mañana las agujetas y el cansancio han podido con nosotros y nos levantamos más tarde de lo normal. La BM detecta con su radar a una pareja francesa que acaba de llegar y les ofrece que mañana podamos coger un taxi todos juntos para ir a ver la puesta de sol a la Avenida de los baobabs. Como la pareja se hospeda en nuestro hotel, quedamos para hablar por la noche sobre el tema. Con calma, nos dirigimos al mercado a desayunar y allí volvemos a coger el taxi brousse hasta el cruce para ir a la Avenida de los Baobabs, pero en vez de dirigirnos hacia allí, decidimos andar un par de kilómetros por la carretera, ya que cuando llegamos antes de ayer con el bus, vimos baobabs increíbles a ambos lados de esta. Y sólo con dar los primeros pasos, empieza de nuevo el espectáculo de los baobabs. Nos metemos por caminos y por donde no hay caminos para acercarnos a ellos y tomar fotos desde todos los ángulos. Como hemos empezado tarde el día, enseguida nos aprieta la calor y nos sentamos a la sombra para descansar y comer unos plátanos, para luego continuar nuestro paseo sin rumbo. Cuando menos lo esperamos, la madre naturaleza nos hace un regalo espectacular: un pequeño embalse de agua transparente, fresca y clara con sus flores de lotus y vistas a los baobabs. Sin pensárnoslo, la BM y yo nos quedamos en paños menores y nos metemos en el agua, donde disfrutamos como enanos. Proseguimos por la carretera y volvemos al cruce, nos tomamos una cocacola bien fresquita y andamos un par de kilómetros para llegar a la parte de los baobabs entre arrozales. LA BM se lanza a andar entre las lindes de los arrozales, pero pierde el equilibrio y cae entre el barro, para gozo de los locales y las dos furgonetas de guiris que se encuentran en ese momento sacando fotos del lugar. Como puedo, la saco de allí, llena de barro hasta las orejas. Volvemos al camino de tierra como podemos y una vez en el la B.M intenta quitarse todo el barro que puede, pero sin mucho éxito. Volvemos caminando hasta el cruce, el sol esta bajando y queremos ver la puesta de sol con los baobabs, pero de camino los lugareños no pueden evitar fijarse en la B.M.
Como nos sobra un poco de tiempo cenamos unos plátanos con yogurt y cuando ya se acerca el momento vamos al encuentro de los baobabs, la pena es que no estamos solos, nos acompañan unos niños que empiezan con sonrisas pero cada vez se ponen más nerviosos y vemos que la cosa acabara mal. Podemos ver un poco la puesta de sol, pero volvemos al cruce en busca del transporte que nos lleve a la ciudad, mañana como buenos turistas ya iremos a la avenida de los baobabs para sacar la foto clásica y disfrutar tranquilamente del momento.

Como no tenemos hambre me compro un helado y volvemos tranquilamente al hotel. Los franceses de la mañana se pasan por nuestra terraza y la BM les explica el plan. Ellos están encantados, puesto que se lo encuentran todo hecho y quedamos mañana a las 14 horas delante de la oficina de correos para negociar el taxi. Contentos de tener con quien compartir gastos, nos retiramos a nuestro aposento.


 EL DÍA EN IMÁGENES.....













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