Esta
entrada conjunta la hago para grabarme a fuego el siguiente dicho:
“Las cosas pasan por algo, por Imbécil por ejemplo”.
A
las 03:20h suena el despertador, curiosamente me levanto fresco y
bien y no muerto de sueño como me imaginaba hace unas horas. Nos
tomamos un café terminamos de montar las mochilas y a las 04h
estamos en la estación de buses. Todo sigue su curso, sin alteración
ni prisas. Sobre las 04:30h salimos, pero no terminamos de llenar el
bus hasta que no abandonamos la localidad y estamos hasta más allá
de los topes.
El
trayecto hasta Antsirabé transcurre según lo previsto, con sus
paradas reglamentarias e incluso tenemos un pinchazo. Una vez en
Antsirabé el conductor no para en la estación de buses por lo que
hemos de pedirle que pare para poder apearnos. Aprovechando que
estamos en la fuente de información decidimos preguntar horarios y
precios hasta Mahajanga, la respuesta es bien fácil, todos valen lo
mismo y salen a la misma hora, entre las 14 y las 15h y llegan sobre
las 09h del día siguiente. Aunque podíamos haber cogido un bus
directo des de Morondava a Mahajanga, lo BM y yo lo habíamos
descartado porque queríamos hacer el viaje en dos etapas y de día,
pero al enterarnos que no hay trayecto diurno y ya que estamos aquí
e igualmente hemos de hacer el viaje de noche, nos lanzamos a la
piscina y compramos 2 boletos para esta misma tarde.
Si
bien el bus tenia que salir entre las 14 y 15h al final no salimos
hasta las 17:30h ( razones varias malgaches). La espera se nos hace
eterna e incluso nos vamos al bar a tomarnos una Coca-Cola. Cuando
por fin salimos, hacemos la parada estipulada de la gasolinera y a
partir de aquí, todo va según lo previsto, incomodidad, sentirnos
sucios, falta de sueño, etc, etc... Para llegar a destino a las 11h
del día siguiente. Sólo bajar del bus lo primero que hacernos es
volvernos a montar y colocar todo en su sitio en total han sido 31h
de viaje cuando teníamos un bus directo desde Morondava que tarda
24h, saliendo a las 09h y llegando a las 09h del día siguiente,
pudiéndonos levantar más tarde y llegar antes a destino, de aquí
el refrán que empieza la entrada de hoy.
Una
vez nos hemos colocado todo en su sitio y montado las mochilas,
caminamos hasta el centro bajo un sol de justicia. En el centro yo me
quedo guardando las mochilas mientras la B.M busca alojamiento,
vuelve al cabo de un buen rato, tiene una habitación y de milagro
porque todo esta lleno, se ve que estamos en periodo vacacional
malgache.
Lo
primero que hacemos al entrar a la habitación es purificar nuestros
cuerpos con agua y jabón en abundancia, nos ponemos cómodos y la
B.M se hecha una siesta de hora y media mientras yo actualizo el
blog. Sobre las 16h salimos a comer, nos tomamos nuestra cola, vemos
el famoso baobab sagrado de la ciudad de más de 700 años y paseamos
por el paseo marítimo que realmente esta lleno de gente. De vuelta
al hotel me tomo un batido de chocolate y con las primeras luces
negras de la noche, nos cobijamos en el hotel donde actualizamos el
blog y chateamos con la familia.
Ya
sin más batería nos recogemos en nuestra habitación, donde sin
darnos cuenta entramos por la puerta grande en el reino de los
sueños...
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Como siempre, averías en el transporte |
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Entre bus y bus. una coca-cola fresquita |
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Nuestro siguiente transporte |
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Nuestra pinta, después de 31 horas de viaje |
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Baobab sagrado de Mahajanga |
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El tronco mide más de 23 metros de diámetro |
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La Corniche, nombre del paseo marítimo de Mahajanga, equivalente al Malecón de la Havana |
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Puesta de sol desde la Corniche |
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Para terminar el día, un batido de chocolate con helado de vainilla. |
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