viernes, 4 de septiembre de 2009

22/08/09 De Makassar a Jayapura (Papua)

Nos levantamos a las 5:45. Hoy es el primer dia del Ramadan. Lo notamos porque no nos traen el desayuno. Una vez en la calle, cogemos un pete-pete hasta el cruce de la carretera del aeropuerto, donde para el autobus lanzadera que te lleva hasta la terminal. Cuando llegamos el autobus esta parado. Que suerte tenemos!! Pero no, no esta esperando sino que esta estropeado. Que raro, no? Hemos de esperar al siguiente, que tarda 45 minutos. Total, que hemos tardado lo mismo de Makasar al cruce (23 km) que del cruce a la terminal (3 km). Una vez en el aeropuerto facturamos las mochilas y las madera torajas, y nos dirigimos a la puerta de embarque numero 3, que es la nuestra. Quda 1'5 horas para el vuelo, y aprovecho para visitar todas las tiendas. Cuando quedan 30 minutos, nos cambian la puerta de embarque y obedientemente nos dirigimos a la numero 6. 20 minutos despues anuncian nuestro vuelo por megafonia y nos hacen dirigirnos a la puerta numero 4. Estos es pitorreo! El avion va lleno, somos los unicos extranjeros y nos sorprende observar que la mayoria de pasajeros tiene rasgos afro, muy diferentes a lo que hemos visto en Sulawesi, y la piel muy oscura. Como no, suben todo tipo de paquetes y de todos los volumenes, solo faltan las gallinas. Tras un despegue a lo Fernando Alonso (el piloto ha acelerado al maximo los motores con el avion todavia parado y ha soltado el embrague de golpe y literalmente hemos salido volando) nos sirven el "snack" : una muestrecita de arroz con 3 cortezas y dos nuggets. Para beber nos dan a escoger agua, cafe o te. Con la poca verguenza que tengo, me pido el cafe y luego reclamo agua alegando que tengo sed. Cuando todavia quedan dos horas y media para llegar a Jayapura el avion empieza a descender. Cual es nuestra sorpresa cuando anuncian que nos preparamos para aterrizar en Sorong. Nadie nos habia dicho que el avion hacia escala. Los viajeros que vamos a Jayapura permanecemos en el avion mientras que los que han llegado a destino lo abandonan. El avion ha quedado practicamente vacio. Tras 15 minutos empiezan a embarcar nuevos pasajeros. Por las ventanas del avion vemos a gente paseando por la pista, animales comiendo, ninyos jugando, gente en bicicleta o moto, mujeres banyandose... y todo esto sin ninguna valla de saparacion con la pista de aterrizaje.... viva el sentido comun!!! El avion se llena de nuevo. Una vez en el aire vuelven a repartir un "snack". Que afortunados somos... Las vistas de Papua des de el avion son de reportaje. Miles de hectareas de selva virgen atravesada por rios serpenteantes. Nunca habiamos tenido unas vistas iguales. Por fin llegamos a tierra. El avion nos deja en la pista y debemos atravesar a pie la misma hasta el edificio del aeropuerto. Parece abandonado y todo esta en obras. La sala de recogida del equipaje es tan grande como 4 veces el comedor de mi casa. Tras una breve espera, suena la alarma y empiezan a aparecer las maletas que han traido con una ranchera des de el avion. A medida que las descargan van "cantando" el numero a otro chico que los apunta manualmente en un papel. Recogemos nuestras mochilas y salimos a buscar informacion para vuelos a Wamena. Las oficinas estan todas cerradas pero en una de ellas tienen los precios expuestos. Son, literalmente, el doble de lo esperado. Como la guia dice que los vuelos militares suelen aceptar, si insistes lo suficiente, a civiles, nos dirigimos a sus oficinas. Nos atienden muy amablemente y nos explican que el avion es un Hercules y solo hay uno al mes, despues del accidente de avion de hace dos semanas. No saben cuando sera el proximo. Esta anocheciendo y es hora de buscar alojamiento, asi que nos ponemos en marcha. Todos los que vemos son carisimos y decidimos irnos hasta Jayapura. Preguntamos como ir y nos dicen que hemos de coger 4 pete-pete. Tras la odiosea, llegamos a la ciudad. Jayapuera parece enorme. La senyora que nos ha "adoptado" des de el primer pete-pete, se asigna la mision de llevarnos hasta el hotel. Todos los que vemos, estan llenos o son carisimos, asi que despedimos a la pobre mujer (ya es muy tarde) y seguimos nosotros solitos nuestra busqueda, sin tener suerte. Paramos a cenar, son mas de las 22h. Despues de la cena un hombre se ofrece a llevarnos en su coche hasta lo alto de una colina donde hay un hotel que no hemos visitado. Es caro, pero es lo menos caro que hemos encontrado y puesto que no hay mas solucion, decidimos darnos un "homenaje" y dejarnos "atracar", ya que la habitacion no es mejor que las habitaciones que tenemos normalmente... eso si, la recepcion, el restaurante y el edificio estan a la altura del precio. Tras un "mandi" rapido, nos vamos a dormir. manyana toca seguir buscando. Apagamos la luz a las 23'30 h.

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