Al
final la BM se compra unas botas nuevas, intentamos que nos las
cambiasen pero después de 6 años nos informan que no están en
garantía.
Como
ya es la hora de comer y le tenemos ganas, nos acercamos al mercado
Vega Central, donde llenar nuestros enormes agujeros negros. Todo
resulta como esperábamos, después caminamos un poco, realizamos
alguna compra y nos volvemos a casa que estamos cansados, aún no se
bien bien porque, pero estamos bajos de energía.
El
resto de la tarde y hasta medianoche la pasamos hablando con Carlos y
arreglando el mundo, al menos de palabra, que es lo que se nos
permite.
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