sábado, 26 de octubre de 2019

06/10/2019 Santiago de Chile camino Pucón

El autobús no nos sale hasta las 21:30h y nuestros anfitriones nos permiten pasar el día en su casa, no sólo esto sino que nos invitan a comer, para que probemos un plato típico del país: cazuela de ave.
Nos levantamos tarde, la BM mucho más tarde que yo y mientras nuestro anfitrión va cocinando y nos da alguna obligación para que nos sintamos integrados, las lenguas no dejan de funcionar.
La comida esta a la altura de las expectativas, yo me como todo el plato hondo que está hasta arriba, la BM hace lo mismo.. Por supuesto las lenguas no dejan de funcionar incluso con la boca llena. Tras la comida y el café ayudamos a recoger y limpiar mientras la conversación dura y dura....
El resto de la tarde la pasamos en la casa y sobre las 19:30h nos ponemos la casa a cuestas y nos despedimos de nuestros anfitriones, que se ofrecen a llevarnos pero denegamos la oferta porque necesitamos caminar un poco hoy y porque no queremos abusar de su hospitalidad...
Ya nos conocemos el camino de memoria y llegar hasta la estación de buses no nos cuesta, aunque al final tenemos sorpresa porque no es donde nos pensábamos sino justo al lado (menos mal que no hemos tenido que cruzar la ciudad). El bus tenia que salir a las 21:15h, pero viene con retraso y la gente nos dice que esperemos, incluso el hombre de la ventanilla de la compañía, todo el mundo lo tiene claro excepto nosotros. Al final llega y como suele ser habitual en estos casos todo son prisas, y esta vez nosotros adoptamos el ritmo chileno y nos aseguramos que las mochilas estén seguras, que nos hallan dado el resguardo y todo. El respaldo de la BM esta roto y después de quejarnos a la manera chilena nos dan otro asiento más atrás ….. Arranca el bus, nos ponen una película y antes de que acabe esta ya estamos dormidos.....


Deliciosa cazuela de ave, preparada por Carlos

UUUUMMMMMMMM......

En la mesa, con Carlos, Cecilia y Vicente

Esperando el bus, con horas de retraso....


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