martes, 15 de octubre de 2019

20/09/2019 Santiago de Chile

Me levanto sobre las 08:30h, he dormido muy bien, la BM hace rato que se ha levantado y la oigo hablar y hablar con otros huéspedes y con Carlos, yo decido darme una buena ducha y unirme a la “fiesta”. Los otros huéspedes son una pareja Gallega-Portugués que están en la otra habitación y por desgracia, la chica tiene mucha experiencia en robos.
Estamos hablando durante un buen rato, bueno yo poco porque cada vez que intento explicar alguna cosa, la BM ya lo había explicado ( por momentos tengo la impresión que han estado todo la noche de cháchara y risas mientras yo dormía plácidamente). Pero no importa hoy es día de compras. Al final nos levantamos de la mesa y Carlos nos lleva hasta la estación de metro, donde compartimos un pequeño trayecto con Reyes y Andre y después seguimos nuestro camino hasta el Decatlhon, camino que no nos resulta fácil ya que cada vez nos dan instrucciones diferentes para llegar al centro comercial donde se ubica Decathlon, pero al final conseguimos llegar. Es una maravilla, es tan grande como los europeos y como si fuese el día de reyes, me compro mochila nueva, botas, ropa.... Una vez hemos llenado el cesto, vamos a pagar, pasando un poco de nervios porque la BM se abrió una cuenta corriente con un banco virtual, la tarjeta que la dieron aún no la hemos probado y con la nueva normativa europea no podemos recibir sms para confirmar la compra. Por suerte todo va bien y podemos abandonar la tienda con los deberes hechos.
Ahora sólo queda comprarme ropa interior y utensilios de higiene, pero primero hemos de pasar por el centro a comer y llenar los depósitos. La Sra del local nos reconoce y se pone contenta de volvernos a ver, nos pedimos porotos con tallarines (plato local) que es enorme y contundente.
Con las reservas llenas salimos a comprar la ropa interior y los productos de higiene, que por cierto estos están mucho más caros que en España. Una vez con todo volvemos a casa a asearnos y hacer la colada.
Como la familia esta de celebración nos invitan a cenar y como soy muy agradecido acepto la invitación sin pensármelo dos veces pero haciéndome un poco de rogar ( hay que ser políticamente correctos en esta vida).
Al poco rato llegan Reyes y Andre quienes también se unen a la cena, charlamos distendidamente con Carlos hasta que el cuerpo dice basta (esto nos pasa antes de medianoche, ya no somos lo que eramos).




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