Día
09: He dormido del tirón y como un rey, la BM no puede decir lo
mismo porque como ayer durmió en el avión, esta noche se le ha
hecho eterna... Así que empezamos el día con un buen desayuno,
mientras charlamos animadamente con Carlos, nuestro anfitrión.
Cuando tenemos las barrigas llenas, decidimos salir a la calle para
verle la cara al continente-pais-ciudad. El primer objetivo es
cambiar dinero, porque sino hoy ni comemos, y para esto hemos de
llegar al centro. Para nosotros,que todo es nuevo, es todo un paseo.
Después de hacer todo un tour por las diferentes casas de cambio,
decidimos cambiar donde vimos el cambio más favorable, con la mala
suerte que el cambio no es fijo sino que va variando, y precisamente
no cambiamos cuando estaba en su mejor momento. Afortunadamente,
tampoco cuando estaba en su peor momento del día... Lo importante es
que ya tenemos dinero para gastar y alimentarnos.
El
centro nos parece muy interesante y decidimos quedarnos a visitarlo y
de paso hacer un buen interrogatorio a la chica de la oficina de
turismo, no sea cosa que se nos deje de explicar alguna cosa, aunque
no con mucho éxito porque aunque es simpática, no parece tener
mucho conocimiento de nada....
Para
el mediodía vamos al mercado, pero no al turístico, sino al local,
ya que Carlos nos ha explicado como llegar. Allí tenemos el primer
susto, un hombre me toca la mochila fotográfica y grita que llevo
una cámara, afortunadamente la gente local le increpa y nos deja
tranquilos. Durante la mañana algunos locales nos advierten que
tengamos cuidado de nuestras cosas y sobre todo de las cámaras. Pero
el susto no hace más que aumentar mi hambre y después de mucho
buscar y preguntar encontramos un puesto donde nos sirven una sopa
local enorme y buenísima.
Con
los niveles de energía a tope decidimos visitar el cerro de Santa
Lucia, donde después del paseo ascendente vemos unas vistas
parciales de la ciudad, al fondo los andes con los picos nevados, la
imagen realmente me encanta.
Como
vamos cansados sobre las 17:30h estamos en nuestra guarida, y a
partir de aquí nos ponemos cómodos, cenamos, charlamos con la
familia y cuando ya no podemos más nos vamos a dormir...(sin poner
el despertador) a ver si nos adaptamos pronto al nuevo horario.
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| Zapatero a tus zapatos. |
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| Santiago |
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| Casa de la moneda |
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| Nuestro primer plato de porotos con tallarines |
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| Kilómetro 0 |
-Día
10: Nos levantamos sin prisa y desayunamos de nuevo en compañía de
Carlos. Esta noche ha caído una grandísima tormenta e incluso ha
granizado y las calles están blancas del hielo. Para hoy, tenemos
previsto visitar alguno de los barrios más turísticos de Santiago:
el barrio Recoleta con su mercado alternativo, el barrio de
Bellavista con sus murales y por último, el cerro de San Cristobal,
desde donde nos han dicho que hay unas vistas espectaculares a la
Cordillera.... Nos entretenemos por el mercado Central con el que me
llevo una buena decepción, resulta que es famoso por su
arquitectura, porque de mercado ya no le queda casi nada, todo son
restaurantes y puestos para comer. Así después de cruzar
(literalmente) el mercado decidimos hacer lo que mejor sabemos que es
irnos a callejear por Bellavista. En cuanto encontramos la entrada al
cerro iniciamos el ascenso. Lo que nadie nos había dicho es que la
cuesta fuera tan empinada, por lo que sudamos la gota gorda a pleno
sol mientras hacemos la subida... Nos sorprendemos de toda la gente
que encontramos haciendo ejercicio: gente corriendo,en bici....
mientras nosotros resoplamos y subimos como podemos, nos hemos
aburguesado en estos últimos meses, y esto nos esta haciendo
resoplar como hacia tiempo que no lo hacíamos. Finalmente llegamos
arriba del todo, a los pies de la virgen, donde nos sentamos un buen
rato a disfrutar de las vistas y a recuperar el aire. Las vistas
vuelven a ser panorámicas pero la contaminación de la ciudad le
añade una niebla que le resta un poco de encanto, ya no se ven las
vistas en Full HD.
El
descenso se nos hace muy ameno, y aunque en algún punto dudamos que
camino seguir, al final llegamos al mismo punto por el cual
entramos.
Son
casi las 16h y tenemos mucha hambre, así que nos acercamos al
mercado o llenar los depósitos y disfrutar de la comida local.
A
pesar de tener las barrigas bien alimentadas el resto del día lo
pasamos paseando por el centro y comprando algunos alimentos para el
desayuno.
-Día
11: Para hoy tenemos previsto irnos a barrios más periféricos.
Queremos empezar por el barrio Yungai donde en la oficina de
información y turismo nos han dicho que hay unos murales (grafitis)
muy bonitos de ver. Así que caminamos hasta el barrio, que
afortunadamente nos cae cerca de donde nos alojamos y empezamos la
búsqueda de los murales y las casas coloniales, para nuestra
decepción no encontramos ni una cosa ni la otra, perdón sí que la
encontramos pero desde luego no valía la pena.... Lo que sí
encontramos fue el Museo de la Memoria, donde salimos con el alma por
los suelos después de ver y oír todo por lo que tuvo que pasar el
país gracias a su dictador Pinochet. Me sigo asombrando de la
capacidad humana para infringir dolor en todas sus formas. Salimos
del museo casi a las 13h, y para levantar el ánimo visitamos el
museo nacional de historia natural, aquí la visita es mucho más
rápida y amena, viendo la creación del universo y toda la fauna que
hay en Chile.
Tras
las dos visitas llenamos las barrigas probando las delicias que nos
ofrecen los puestos locales.
Como
no nos terminamos de creer que en el barrio no hallamos encontrado
casas coloniales y murales bonitos decidimos peinar el barrio calle
por calle. Al final confirmamos lo que sabíamos desde el principio.
Que no hay murales ni casas coloniales interesantes.
Después
cogemos nuestro mapa turístico y decidimos ir al barrio Concha y
Toro y a pesar de tener una arquitectura diferente e interesante,
tiene un aspecto abandonado y son sólo dos calles, por lo que la
visita dura menos de un suspiro. Tras la exitosa visita, decidimos
volvernos a casa sin olvidarnos de pasar antes por el supermercado a
comprar provisiones.
Ya
rendidos llegamos a casa donde realizamos nuestros rituales, tomamos
un te con Carlos mientras tenemos una amigable charla y nos
despedimos de Cecilia, aunque no sin antes reservar nuevas noches con
ellos a la vuelta de Isla de Pascua. Después preparamos las
mochilas, ya que mañana toca traslado a Valparaiso.
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