martes, 15 de octubre de 2019

21/09/2019 Santiago de Chile

Nos levantamos los últimos, todos están en la cocina desayunando, pero no importa, nosotros no sólo traemos el hambre sino también la fiesta, así que nos unimos al dsayuno y a la conversación vuelve a alargarse (hay que ver como pasa el tiempo cuando uno esta bien). Sobre las 11h salimos a comprar cafés de sobre, para estos días y también para cuando vayamos a la isla de pascua.
No sólo compramos cafés sino también alguna cosa que nos habíamos dejado de comprar y nos había “desaparecido”. Al volver de las compras nos sentamos en la salita con Carlos y Cecilia para hablar un rato más y despedirnos, teníamos hecha la reserva de dos noches en otro alojamiento, porque Carlos lo tenia ocupado.
No nos quiere cobrar las dos noches que hemos pasado con ellos ( y la verdad no creo que mi conversación sea tan buena para merecerme esto) así que he de acordarme de la lección que aprendí en Sumatra “ En todos sitios hay gente buena y gente mala “ por fortuna siempre encontramos a gente buena cuando lo necesitamos porque este detalle, hace que olvidemos parte de la mala experiencia vivida.
Con mucho pesar hacemos el cambio de domicilio, sólo son 20 minutos a pie. El alojamiento esta bien aunque estamos solos y no podemos hablar con nadie. Después de instalarnos nos tomamos un café con leche y salimos a caminar hasta la Plaza de Armas, que está muy animada: gente bailando cuecas (baile nacional), jugando al ajedrez rápido, vendedores de todo tipo, artistas callejeros.... bueno que uno no se aburre.
Ya de noche regresamos a nuestra nueva casa y de camino cenamos un arroz con leche al estilo peruano.
Ya en casa, nos ponemos cómodos, hacemos la colada, planificamos el día de mañana y nos vamos a dormir.


De nuevo en Santiago

Palacio de Justicia, Santiago

Paradas de comida peruana

Bailes en la Plaza de Armas

No hay comentarios: