Nos
levantamos antes de las 08h, felicitamos a mi padre por su 81
aniversario, desayunamos, cerramos las mochilas y como ayer nos
dijeron que la habitación hoy estaba libre no tenemos prisa por
vaciarla, la vamos a utilizar para dejar nuestras cosas. Salimos a
pasear por la capital, primero andamos hasta la parada de bus que nos
tiene que llevar al aeropuerto e informarnos de la frecuencia de
buses, son cada 10 minutos, después caminamos por el centro y
dudamos en cambiar mas dinero o no, pero como la nueva tarjeta de la
BM es poderosa y los alojamientos los pagamos con tarjeta creemos que
no nos hace falta cambiar más dinero.
Aún
siendo pronto vamos a comer nuestras merecidas sopas, no tenemos
mucha hambre pero hemos de aprovechar para llenar los depósitos. Sin
más que hacer regresamos a casa donde nos tomamos un buen café con
leche, navegamos por internet, hablamos con la familia y sobre las
14:30h dejamos la casa.
El
trayecto hasta la parada de buses es la misma que esta mañana, pero
cargados como vamos parece que este a unas cuantas manzanas más.
Finalmente llegamos al bus, y a partir de aquí todo va con
normalidad, en el aeropuerto gracias a los carros las mochilas ya no
pesan.
Pasamos
todos los controles sin problemas, eso si nos perdemos una vez y a la
hora de coger el avión resulta que lo retrasan por una fuerte
tormenta eléctrica en la Isla de Pascua, en principio un hora pero
ya veremos, seguimos en el aeropuerto esperando noticias....
Al
final, salimos a las 22h y no llegamos hasta las 02h que para
nosotros son las 04h por el cambio horario, el vuelo a estado muy
bien, muchas películas, cómodo, comida buena pero no abundante, en
resumen muy buen...
Por
primera vez nos están esperando con nuestros nombres aunque para mi
desgracia no tenemos nuestro collar de flores ( me hacia mucha
ilusión tener mi collar de flores al llegar, por algo estoy en la
polinesia).
Nuestro
anfitrión es muy amable que nos lleva al camping, nos enseña las
instalaciones y nuestra tienda y sin más fuerzas nos vamos a dormir,
ya no podemos ni con nuestra alma.
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