domingo, 30 de mayo de 2010

19/05/2010 Camino de Bukittinggi


Nos despertamos temprano y con un nubarrón sobre nuestras cabezas. Estamos intentando encontrar una solución para los cambios de vuelo de mis suegros, pero no acabamos de ver cual es el camino. A las 9:30h estamos esperando el bus que teóricamente sale a las 10h. Y pasa un incidente divertido, nosotros ayer compramos los tickets y reservamos los asientos de enfrente, pero dos señoras quieren apropiárselos, es natural el viaje dura unas 7 horas y ya sabemos como son las carreteras por estas latitudes, pero el Sr. que nos vendió los tickets se acuerda que están reservados y empieza una disputa verbal entre las señoras y el Sr. nosotros no abrimos boca pero por lo que entendemos las señoras creen que porque somos turistas tenemos los mejores sitios, no porque fuimos los primeros en llegar y reservarlos. Tienen los ojos inyectados de sangre. Extrañamente el autobús sale a su hora y justa detrás nuestro tenemos las dos señoras que nos están dejando verdes. El trayecto es largo, la carretera con tramos sin asfaltar, con miles de agujeros en el pavimento, con parches y lo mas importante con curvas, este ultimo ingrediente debe estar de oferton porque incluso se enlazan entre ellas durante kilómetros. Pero el ingrediente principal en cualquier transporte de Indonesia es el pinchazo, y en este caso, no hay excepciones. Nuestro conductor no ha sido muy previsor y no lleva rueda de repuesto (y esto que es indonesio) pero es lo suficientemente pícaro para parar a inflar la rueda cada vez que esta casi rozando la llanta. La operación se repite unas 4 o 5 veces. Durante el trayecto oímos de tanto en tanto como algún pasajero llena una bolsa de plástico con los excedentes de su estomago, que solidarios son en este país.
Sobre las 18h llegamos a Sibolga, mas cansados y sucios que otra cosa, solo bajar nos vienen a recibir unos caza-turistas, con sonrisas y cantos de sirena, a los cuales nosotros igual que Ulises hacemos oídos sordos. Después de 30 minutos tenemos la certeza que hoy no sale ningún bus hasta Bukittinggi, solo nos ofertan los minubuses privados nocturnos. Tras una negociación muy dura con unos cuantos caza-turistas conseguimos un minibus para esta noche, aunque nos tienen que llevar en tuk tuk a la otra terminal de buses. Teniendo claro que no desembolsaremos ni una rupia de mas, volvemos a negociar el precio del tuk tuk, finalmente nos llevan gratis. Una vez en la otra terminal, el hombre de la taquilla nos dice que el precio es un pelin mas caro y nos enseña las tarifas que están en el mostrador, pero nosotros le replicamos que un trato es un trato y no es nuestra culpa. Al fin, nos dan 2 asientos para esta noche a las 20h.
Tenemos tiempo de sobra, nos conectamos a internet una hora y cenamos, una buena cena, pero lo que nosotros no sabíamos que todas las tapas que nos han servido no están incluidas en el precio, sino que pagas lo que comes,y nosotros siguiendo la ecuación ignorantes por estómagos grandes elevado a mucha hambre es igual a X que en este caso se traduce a miles y miles de rupias, lo que nos hemos ahorrado con el transporte nos lo hemos gastado con creces o mejor dicho en X en la cena. Una cosa a su favor es que todo estaba buenísimo.
A las 20h pasadas y bien pasadas salimos, pero no dirección Bukittinggi sino primero hemos de ir a buscar a los demás componentes del viaje. Sobre las 21:30h cogemos el buen camino hasta Bukittinggi, estamos de suerte y nuestra hilera que es para 4 personas solo vamos la BM y yo. El conductor conduce suavemente, y cada dos horas hacemos una parada técnica para estirar las piernas e ir al banyo. La BM se duerme enseguida y yo sobre las 02h de la manyana.

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