Día de traslado, solo levantarnos hacemos las mochilas y las dejamos preparadas hasta la hora del checkout (12h). Lo primero que hago después de hacer las mochilas y antes de desayunar es darme un buen chapuzon al lago y con ello sentir todo mi cuerpo... Tras el desayuno seguimos la rutina impuesta por el lugar, silencio, paz, banyos y lectura... Sobre las 11h me he terminado el libro, al principio este no me parecía muy interesante pero enseguida me engancho, hasta terminar devorándolo, no sin disfrutar cada palabra escrita en el. En la guesthouse tienen un libro en español “Los caminos perdidos de África” de Javier Reverte. Pinta todo un tostón, pero como diría Sancho Panza :”a falta de pan buenas son tortas”. Puntualmente a las 12h dejamos la guesthouse,dejando las mochilas en casa de los dueños para ir a comer, nos acercamos al warung a comer y pedimos nos preparen la cena para llevar. Una vez saciados regresamos a la guesthouse a recoger las mochilas, donde nos encontramos la casa de los dueños cerrada, y por mas voces que damos no aparece nadie excepto el silencio...Al final aprovechando que la casa es de madera y mis anyos de internado consigo abrir la puerta, recuperar nuestras cosas, dejarles una nota explicándoles todo e instalarnos en la cuneta de la carretera en espera del primer bus o opelet (mini bus) dirección a Lubuk Basung. Solo hemos de esperarnos 10 minutos y el enlace en Lubuk Basung es tan rápido que no nos da tiempo ni a ir al banyo, aunque no por esto vamos mas rápido, porque hasta que el conductor no considera que vamos llenos y llenos significa a rebosar (va recogiendo a todo el mundo que se encuentra en su camino) y ni por asomo en ningún momento pone segunda, no sea cosa que se deje algún futuro pasajero. Tras 3 horas de sofocante calor, sudores, piernas encogidas y glúteos doloridos no dejan en el cruce que va al aeropuerto. Según la guía hay 6 km y visto los precios que nos ofrecen decidimos salvarlos a pie, son solo las 16h y tenemos ganas de estirar las piernas...El primer cibercafé que vemos paramos para confirmar los vuelos y enviar algún que otro email...Tras una hora de surfear por la red, seguimos nuestro camino hasta llegar a la terminal. Ni de broma hay 6 km. A las 19h estamos instalado en el aeropuerto, nos comentan que el aeropuerto no cierra en toda la noche, pero siendo las 20:30h nos echan de la terminal...La BM y yo terminamos estirados en el suelo durmiendo al lado de seguridad y aun no habiendo conciliado el suenyo, oímos que llega un taxi, de el baja el alemán que conocimos en Singkil, debe estar muy “contento” porque lanza la mochila al suelo y no deja de vocear palabras, obligando a hacer salir al comité de bienvenida (seguridad)... Tras 5 minutos de “amistosa” charla todo vuelve a su orden, el comité de bienvenida vuelve a su guarida, el alemán se instala para pasar una cómoda noche y nosotros entramos en un letargo del que esperamos no despertar hasta mañana a las 06h...
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