jueves, 7 de julio de 2016

07/07/2016 Ambalavao. Visita a la reserva de Anja

Hoy nos levantamos a las 06h, pero los problemas intestinales de la B.M nos retrasan la salida hasta las 07h, salimos a desayunar pero la B.M solo toma un café corto, no se acaba de ver segura del todo. Tras el desayuno vamos a buscar el transporte hasta la reserva de Anja, una reserva natural que gestiona una pequeña localidad de locales. Encontramos la furgoneta que va hacia Anja, pero está totalmente vacía y tiene 20 plazas. Como es costumbre en el país, la furgoneta no tiene previsto salir hasta que esté llena, por lo que decidimos recorrer la distancia a pie, sólo son 12 km. No sabemos como será la reserva pero los paisajes que vemos por el camino ya valen la pena. En el km 8 encontramos una localidad donde aprovechamos para tomarnos un café y descansar un poco, los últimos km nos pasan como si nada, los paisajes nos tienen absortos.
Una vez llegamos a la reserva nos esperan unos “amables” guías que muy eficientemente nos enseñan donde esta la taquilla y la lista de precios, dependiendo del tiempo y recorrido que cojas vale más o mucho más. Al final terminamos rascándonos el bolsillo y nos decidimos por el circuito de una hora (56.000 AR = 16 Euros)
La visita la realizamos acompañado de un guía y su ayudante, lo primero que vemos es un camaleón macho, y tras unos breves metros vemos a los famosos lémures de cola anillada, el guía nos lo señala por todos sitios... muchos de ellos están enrollados haciendo la siesta y esto que son las 11h de la mañana. Por lo que nos dice el guía, les gusta tomar el sol en las copas de los árboles, hacemos fotos hasta en su ADN y cuando nos cansamos seguimos el circuito, para ver un par de camaleones hembras ( color verde ) y otro camaleón macho ( color gris ). Éste ultimo camaleón lo cojo entre mis manos y no para de correr hasta que lo dejo de nuevo en el árbol.

Seguimos andando por la reserva y nos encontramos con otra familia de lemures. Continuamos con el festival de fotos. Después, subimos a un par de miradores , hemos de ayudarnos con cuerdas, para gozar de unas vistas impresionantes. También pasamos por alguna cueva y vemos un par de tumbas de los Basileo (tribu). Por último, encontramos una nueva familia de lemures y tras una hora y media, damos fin a nuestro recorrido. El guía nos ha regalado media hora extra.... De vuelta a la carretera, decidimos andar hasta Ambalavao, ya que las vistas lo merecen, pero los últimos kilómetros se nos hacen cuesta arriba y el último repechón no ayuda nada. Por el camino nos comemos unos plátanos y compartimos un café. Una vez en el pueblo, vamos directos al hotel a darle descanso a los pies, para volver a salir al cabo de media hora para ir a cenar. Decidimos probar un restaurante local en el que siempre hay cola y aunque las raciones son enormes, no podemos ni comernos la mitad porque son muy grasientas y aceitosas, así que metemos la comida en una bolsa y se la regalamos a los perros que esperan fuera. Me como un yogurth casero y volvemos al hotel, para hacer el blog, ducharnos y whatsappear con la familia y amigos.

Poussez poussez, transporte local para distancias cortas

Vistas camino de la reserva

Más vistas.

Entrada a la reserva de Anja.

Camaleón macho

Nuestro primer lemur


Lemur saltando entre ramas

Algún problema?


Camaleón hembra

Otra hembra

Y seguimos viendo lemures

Subida al mirador

Arriba del mirador

Vistas desde arriba

Sólo nos quedan los 12 km de vuelta

Y aunque las vistas siguen siendo espectaculares, el cansancio empieza a notarse.









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