Hoy
nos levantamos a las 06h, pero los problemas intestinales de la B.M
nos retrasan la salida hasta las 07h, salimos a desayunar pero la B.M
solo toma un café corto, no se acaba de ver segura del todo. Tras el
desayuno vamos a buscar el transporte hasta la reserva de Anja, una
reserva natural que gestiona una pequeña localidad de locales.
Encontramos la furgoneta que va hacia Anja, pero está totalmente
vacía y tiene 20 plazas. Como es costumbre en el país, la furgoneta
no tiene previsto salir hasta que esté llena, por lo que decidimos
recorrer la distancia a pie, sólo son 12 km. No sabemos como será
la reserva pero los paisajes que vemos por el camino ya valen la
pena. En el km 8 encontramos una localidad donde aprovechamos para
tomarnos un café y descansar un poco, los últimos km nos pasan como
si nada, los paisajes nos tienen absortos.
Una
vez llegamos a la reserva nos esperan unos “amables” guías que
muy eficientemente nos enseñan donde esta la taquilla y la lista de
precios, dependiendo del tiempo y recorrido que cojas vale más o
mucho más. Al final terminamos rascándonos el bolsillo y nos
decidimos por el circuito de una hora (56.000 AR = 16 Euros)
La
visita la realizamos acompañado de un guía y su ayudante, lo
primero que vemos es un camaleón macho, y tras unos breves metros
vemos a los famosos lémures de cola anillada, el guía nos lo señala
por todos sitios... muchos de ellos están enrollados haciendo la
siesta y esto que son las 11h de la mañana. Por lo que nos dice el
guía, les gusta tomar el sol en las copas de los árboles, hacemos
fotos hasta en su ADN y cuando nos cansamos seguimos el circuito,
para ver un par de camaleones hembras ( color verde ) y otro camaleón
macho ( color gris ). Éste ultimo camaleón lo cojo entre mis manos
y no para de correr hasta que lo dejo de nuevo en el árbol.
Seguimos
andando por la reserva y nos encontramos con otra familia de lemures.
Continuamos con el festival de fotos. Después, subimos a un par de
miradores , hemos de ayudarnos con cuerdas, para gozar de unas vistas
impresionantes. También pasamos por alguna cueva y vemos un par de
tumbas de los Basileo (tribu). Por último, encontramos una nueva
familia de lemures y tras una hora y media, damos fin a nuestro
recorrido. El guía nos ha regalado media hora extra.... De vuelta a
la carretera, decidimos andar hasta Ambalavao, ya que las vistas lo
merecen, pero los últimos kilómetros se nos hacen cuesta arriba y
el último repechón no ayuda nada. Por el camino nos comemos unos
plátanos y compartimos un café. Una vez en el pueblo, vamos
directos al hotel a darle descanso a los pies, para volver a salir al
cabo de media hora para ir a cenar. Decidimos probar un restaurante
local en el que siempre hay cola y aunque las raciones son enormes,
no podemos ni comernos la mitad porque son muy grasientas y
aceitosas, así que metemos la comida en una bolsa y se la regalamos
a los perros que esperan fuera. Me como un yogurth casero y volvemos
al hotel, para hacer el blog, ducharnos y whatsappear con la familia
y amigos.
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Poussez poussez, transporte local para distancias cortas |
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Vistas camino de la reserva |
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Más vistas. |
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Entrada a la reserva de Anja. |
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Camaleón macho |
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Nuestro primer lemur |
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Lemur saltando entre ramas |
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Algún problema? |
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Camaleón hembra |
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Otra hembra |
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Y seguimos viendo lemures |
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Subida al mirador |
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Arriba del mirador |
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Vistas desde arriba |
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Sólo nos quedan los 12 km de vuelta |
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Y aunque las vistas siguen siendo espectaculares, el cansancio empieza a notarse. |
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