miércoles, 13 de julio de 2016

13/07/2016 Manakara

Hoy la B.M se despierta con los primeros rayos de sol, ha dormido bien, no ha tenido fiebre en toda la noche, ha podido descansar bien y se encuentra pletórica, en cambio yo no me encuentro nada bien, tengo la nariz que parece un grifo, me pica la garganta y estoy como si me hubiesen dado una paliza. Nos quedamos en la cama hasta las 08h, yo durmiendo y la B.M leyendo... cuando me despierto tengo un hambre feroz, así que los trámites de vestirnos y asearnos los hacemos en un abrir y cerrar los ojos. Con la barriga llena caminamos hasta la estación de buses, mañana es día de traslado y hemos de estar bien informados sobre horarios, duración del trayecto, etc... Salimos de la estación de buses con la información completa y yo que voy falto de fuerzas sugiero a la B.M volver al hotel donde me tumbo en la cama y me quedo k.o mientras la B.M aprovecha para surfear por internet y chatear con la familia.
Cuando me despierta la B.M son las 12:30h y vuelvo a despertarme con un hambre feroz que calmo en el restaurante de la esquina del hotel.
Hasta las 17:30h que oscurece en la ciudad exploramos rincones nuevos de Manakara. Los niños deben estar de vacaciones, porque cada vez que llegamos a un rincón nuevo e interesante nos vemos abordados por todo un regimiento de niños, muriéndose de ganas de hacerse una foto para poderse ver en la pantalla de la cámara. No nos dejan ni a sol ni a sombra, por lo que hemos de desistir hacer cualquier fotografía que no salga uno o varios niños.
Como mañana es día de traslado y donde vamos no sabemos si tendremos comida, la B.M se aprovisiona de fruta, no sea cosa que nos encontremos en una encerrona y nos salga cara la broma.
Antes que oscurezca cenamos y acompañados de la lluvia volvemos al hotel.
Una vez en la habitación dejamos las mochilas casi cerradas, actualizamos el blog, chateamos con la familia y nos recogemos en nuestra guarida.

Ya me encuentro bien, la energía ha vuelto a mí y a parte de algún moquillo estoy como un roble.

Desayunando en nuestro puesto de cada mañana, donde ya somos clientes habituales
Transporte para mercancías

Hoy andamos por nuevos caminos rurales, que resultan muy interesantes

Las casas de los pueblos son muy básicas

La BM sacando sonrisas a los niños, que se pelean por sacarse una foto

Vistas al canal de Pangalés

La BM me entretiene a los niños mientras aprovecho para sacar fotos
Canal de Pangalés
Y regreso a la esquina de nuestro hotel, donde está el mercado.


Puesto de reparación de teléfonos móviles (eso dice el cartel)



Tomando un zumo de coco fresco, la única clase de zumo que hasta ahora hemos encontrado.

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