Hoy
la B.M se despierta con los primeros rayos de sol, ha dormido bien,
no ha tenido fiebre en toda la noche, ha podido descansar bien y se
encuentra pletórica, en cambio yo no me encuentro nada bien, tengo
la nariz que parece un grifo, me pica la garganta y estoy como si me
hubiesen dado una paliza. Nos quedamos en la cama hasta las 08h, yo
durmiendo y la B.M leyendo... cuando me despierto tengo un hambre
feroz, así que los trámites de vestirnos y asearnos los hacemos en
un abrir y cerrar los ojos. Con la barriga llena caminamos hasta la
estación de buses, mañana es día de traslado y hemos de estar bien
informados sobre horarios, duración del trayecto, etc... Salimos de
la estación de buses con la información completa y yo que voy falto
de fuerzas sugiero a la B.M volver al hotel donde me tumbo en la cama
y me quedo k.o mientras la B.M aprovecha para surfear por internet y
chatear con la familia.
Cuando
me despierta la B.M son las 12:30h y vuelvo a despertarme con un
hambre feroz que calmo en el restaurante de la esquina del hotel.
Hasta
las 17:30h que oscurece en la ciudad exploramos rincones nuevos de
Manakara. Los niños deben estar de vacaciones, porque cada vez que
llegamos a un rincón nuevo e interesante nos vemos abordados por
todo un regimiento de niños, muriéndose de ganas de hacerse una
foto para poderse ver en la pantalla de la cámara. No nos dejan ni a
sol ni a sombra, por lo que hemos de desistir hacer cualquier
fotografía que no salga uno o varios niños.
Como
mañana es día de traslado y donde vamos no sabemos si tendremos
comida, la B.M se aprovisiona de fruta, no sea cosa que nos
encontremos en una encerrona y nos salga cara la broma.
Antes
que oscurezca cenamos y acompañados de la lluvia volvemos al hotel.
Una
vez en la habitación dejamos las mochilas casi cerradas,
actualizamos el blog, chateamos con la familia y nos recogemos en
nuestra guarida.
Ya
me encuentro bien, la energía ha vuelto a mí y a parte de algún
moquillo estoy como un roble.
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Desayunando en nuestro puesto de cada mañana, donde ya somos clientes habituales |
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Transporte para mercancías |
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Hoy andamos por nuevos caminos rurales, que resultan muy interesantes |
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Las casas de los pueblos son muy básicas |
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La BM sacando sonrisas a los niños, que se pelean por sacarse una foto |
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Vistas al canal de Pangalés
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La BM me entretiene a los niños mientras aprovecho para sacar fotos |
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Canal de Pangalés |
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Y regreso a la esquina de nuestro hotel, donde está el mercado. |
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Puesto de reparación de teléfonos móviles (eso dice el cartel) |
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Tomando un zumo de coco fresco, la única clase de zumo que hasta ahora hemos encontrado. |
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