viernes, 8 de julio de 2016

08/07/2016 de Ambalavao a Fianarantsoa

Día de traslado, así que a las 06h estamos en pie, aunque la B.M lleva una hora despierta esperando suene el despertador. Terminamos de hacer las mochilas y salimos a la calle a desayunar, la B.M desayuna poco, después de lo de ayer más la experiencia de la cena tiene el estomago cerrado, yo desayuno como siempre.
Regresamos al hotel a recoger las mochilas, despedirnos del dueño y nos vamos a la estación de buses y para nuestra gloria la furgoneta esta a punto de salir.
El trayecto es corto, sólo dura dos horas pero hoy tenemos la impresión de ir más apretados que nunca.
Una vez en destino la B.M y yo nos repartimos las tareas, ella busca alojamiento mientras yo me quedo con las mochilas. Vuelve al cabo de media hora con un alojamiento muy chulo, suelo de madera, habitación enorme, techos altos y dos enormes ventanales. Antes de salir de nuevo hacemos una buena colada... y con sol y buen tiempo, por fin estamos en la calle camino de la estación de tren... llegamos a las 12:15h y nos la encontramos cerrada, nos olvidamos que en este país de 12h a 14h cierran los sitios oficiales. Como tenemos tiempo caminamos hasta la tienda de un famoso fotógrafo que vive aquí y de camino paramos a comer. La tienda del fotógrafo también esta cerrada, no abre hasta las 14h. Damos media vuelta y nos vamos por donde hemos venido. Paseamos por el mercado y la zona media de la ciudad. Cuando nos cruzamos con algún turista estos casualmente no nos ven, deben tener un mal día.
A las 14h estamos en la estación de tren y a pesar que inicialmente queríamos viajar en segunda clase, la señora de la estación nos indica que en segunda clase los billetes son ilimitados, por lo que nos puede tocar viajar de pie o aprisionados entre la gente local. El motivo de querer hacer este trayecto, es porque es uno de los pocos que todavía quedan en Madagascar. Pasa por lugares increíbles e inaccesibles por carretera y las vistas son maravillosas. Por esta razón y por que los billetes de primera permiten reservar asiento al lado de la ventana, nos decidimos por esta opción. No queremos hacer el viaje sólo por desplazarnos, si no que lo que queremos es disfrutar de las 10-12 horas que dura el mismo y garantizar las vistas.
Con las reservas hechas volvemos a poner rumbo hacia la tienda del fotógrafo, esta vez si nos la encontramos abierta. Personalmente me esperaba mas calidad y variedad, pero visto lo visto creo que su pagina web ofrece más que la tienda física.
El resto de las horas de luz las pasamos paseando por la localidad, incluso encontramos un hotel cerca de la estación de buses mas económico que el nuestro y mejores servicios, pero sin encanto ni personalidad. A media-tarde nos tomamos un café con una pasta de caña de azúcar y hasta las últimas luces las pasamos en la zona media de la ciudad.
Una vez de noche nos recogemos en nuestro hotel, realizamos todos los rituales diarios, actualizamos el blog y chateamos con la familia.

A la B.M le empiezan a salir los primeros síntomas del resfriado, espero no sea de los gordos....

La furgoneta que nos llevará a Fianarantsoa

Nuestro nuevo alojamiento



Tenemos una mascota, que se ha colado en nuestra habitación


Estación de trenes de Fianarantsoa

Bolas de palomitas de maiz

Puesto de mantas en el mercado

Tienda de todo un poco

Transporte de mercancía local

Sólo hemos hecho 400 km!!

Vagón de tren

Para pasar el rato, juegan al billar en la calle

O a las cartas...


Esta es con diferencia la ciudad más fea que hemos visto hasta el momento en Madagascar.

Cena local












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