Nos levantamos por la mañana y seguimos las indicaciones que Chris nos ha dado para llegar a Touch a Live, la organización que prepara comida para los niños de la calle y gente sin recursos.
La organización es una casa particular con jardín delantero. La persona que lo lleva es de Malasia (Mavis) y su ayudante de Camboya (Kosal). Nos dan una calurosa bienvenida y en seguida nos hacen sentir como uno mas del equipo.
El trabajo que hacemos es muy curioso: nos dedicamos a pelar y cortar frutas y verduras a modo camboyano, siguiendo las instrucciones que nos dan. Somos al menos 10 voluntarios, así que estamos un poco apiñados en la mesa. La mañana se hace muy amena: nos recuerda a la típica imagen de las mujeres ricas que se reúnen para pasar la mañana haciendo caridad. Paramos para tomar café, comentamos como nos ha ido la semana, cada que se rompe una tortilla nos la comemos entre todos.... y cuando la comida ya esta hecha y solo falta empaquetarla, paramos todos a comer, entre las 11’30 y las 12 horas.
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| En la "linea de produccion" |
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| De chachara mientras trabajamos... |
Después de la comida, viene la fase de envasado. Hemos de empaquetar toda la comida que hemos hecho: arroz con tortilla envuelto en papel y sopa de verdura en bolsas de plástico. En total preparamos 320 raciones. Una vez esta todo preparado, llega una pareja con un jeep militar americano que nos va a llevar a repartir por el poblado. El reparto solo se hace los sábados. El resto de días (lunes, miércoles y viernes) son la gente sin recursos las que viene hasta la organización a comer.
El trayecto es muy entretenido: los caminos están sin asfaltar, llenos de baches y de barro, ya que hace poco que ha parado de llover. Pasamos por unos barrios muy, muy pobres y vamos parando en las casas de los beneficiarios a entregarles la comida para toda la familia. Cuando la gente ve aparecer nuestro jeep, salen a la puerta con una bandeja de mimbre para que les pongamos en ella las raciones pertinentes. Todo el mundo se muestra muy agradecido. La experiencia nos encanta, así que al volver le pedimos a Mavis si podemos venir a partir de ahora a hacer el voluntariado con ella, a lo que acepta encantada.
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| En la puerta de Touch a Live, entrando en nuestro jeep |
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| Al fondo, Mavis. Delante, gente local esperando nuestro jeep |
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| Recogiendo la comida |
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| Repartiendo los paquetes que hemos preparado |
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| Mirando como nos vamos... |
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| Esperando su turno |
Por la noche salimos a cenar con Chris y a comentar la experiencia. Chris no esta tan entusiasmado como nosotros, por que cree que la actitud de los otros voluntarios, no es la correcta. Le parece que la mayoría de ellos esta allí por pasarlo bien y no para cumplir una obra de caridad. Por nuestra parte le intentamos hacer entender que una cosa no quita la otra y que si a mas de hacer algo positivo, nos lo pasamos bien, pues mejor que mejor.... Pero a el no le acaba de convencer este argumento....
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