lunes, 13 de junio de 2011

Nuestro día a día en el orfanato.

Desde que empezamos a hacer el voluntariado, la BM y yo estamos agotados. No sabemos si sera por el calor, por el esfuerzo, por la cantidad de vampiros-chupa-energia, por las ganas o a veces por el desespero... pero cada dia al llegar a casa caemos redondos en la cama.
Este es mas o menos nuestro día a día: solemos llegar sobre las 9 de la mañana, preparamos la clase y a las 9’30 empezamos hasta las 10’30, aunque la mayoría de días acabamos mas tarde, cuando los niños empiezan a llegar de la escuela.
Antes de la comida, tenemos que conseguir que se laven las manos, tarea nada sencilla, ya que se inventan cualquier cosa con tal de no pasar por el pozo. Después de comer y mientras ellos duermen la siesta, con un calor insoportable y el sudor que nos baja por la espalda, la BM trabaja traduciendo la pagina web y yo abriendo cuentas en facebook, twitter, ordenando las fotos de los perfiles y de las fichas biográficas... 
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Ayudando en la cocina
                                
20 minutos antes de las 14 horas, empezamos a despertar a los críos. Este es un trabajo laborioso, hay algunos que realmente tienen problemas para despertarse... Sobre las 14 intentamos empezar la clase. Las clases de la tarde son mas complicadas que las de la mañana, ya que hay mas niños. Por suerte, como somos dos, podemos hacer dos grupos: yo trabajo con los pequeños (la BM dice que no tiene paciencia con ellos) y ella trabaja con los grandes. Si tengo algún pequeño muy avanzado, se lo envío a ella. Si ella tiene algún mayor muy atrasado, me lo envía a mi.
Cuando acabamos las clases de español, empiezan las de ingles. A nosotros nos toca hacer de “policías”, ya que los voluntarios que vienen a enseñar ingles, no les importa si los niños prestan o no atención o si asisten o no a la clase. Ellos viene, sueltan su rollo y a otra cosa mariposa. Así que la BM y yo tenemos que estar vigilando que no se escape ningún niño, que no estén haciendo dibujos o pasándose papelitos y que presten atención.
Acabadas las clases de ingles, nos queda un rato para jugar, pero pocas ganas para hacerlo. Muchos niños van a lavar la ropa, se duchan y, si toca ir a repartir panfletos, se ponen el uniforme para ello. Si tocan bailes, se maquillan y arreglan para los mismos. A la hora prevista cenamos y bien nos vamos para el mercado o bien empezamos a limpiar y recoger el orfanato para las visitas.
El mejor día es el de los bailes, ya que todos nos lo pasamos bien. Primero con la emoción de saber cuanta gente vendrá, segundo con los bailes y tercero con la curiosidad de saber cuanto dinero hemos recogido.
Cuando los invitados llegan, salimos todos a recibirlos a la puerta. La BM y yo les damos un tour por el “recinto”. Les explicamos el día a día de nuestros niños, las condiciones en las que viven, les enseñamos las habitaciones, la oficina, la cocina, la clase-comedor-sala de fiestas, el templo y contestamos a todas las preguntas. Lo que mas nos mosquea del tema es que el subdirector no hace nunca nada y parece que da por supuesto que este es nuestro “trabajo”, así que a veces le llamamos y le asignamos un grupo de huéspedes para que les haga les explicaciones él, pero no sabemos que pasa que siempre acaban enganchados de nuevo a nosotros...
Una gran aportación que hemos hecho para los días del espectáculo, es poner las canciones de la Macarena y el Asereje. Los huéspedes y los niños se lo pasan pipa y nosotros también, por supuesto!! El problema es que con la diversión, los invitados no se dan cuenta muchas veces de que los niños tienen que acostarse, y a ultima hora casi tenemos que sacarlos a empujones!!! Y es que si no los sacamos, nosotros tampoco nos vamos y a esas horas todavía tenemos que pedalear de vuelta a casa, ducharnos y acostarnos, que a veces hasta nos cuesta subir a la cama.....

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