El viernes transcurre según nuestra rutina actual, por la mañana vamos a Touch a live a preparar comidas y la tarde la pasamos entre chaparrón y chaparrón paseando por el río.
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| Junto a mi cazuela |
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| A cortar papaya verde! |
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| Jugando un poco antes de la comida |
El sábado volvemos a Touch a live, pero al ser sábado es día de empaquetado y reparto. Con toda la comida empaquetada, llega la hora del reparto, pero no llega sola sino acompañada de lluvia. La BM y yo vamos en una moto que nos deja el centro para acompañarles, así en total somos el jeep y tres motos. La conducción al principio es realmente difícil: coches, motos, bicis, etc.. circulando como solo saben circular en Camboya, pero lo realmente difícil viene cuando nos salimos de la carretera pavimentada y entramos en caminos de tierra, donde los charcos tienen dimensiones descomunales, la tierra se vuelve resbaladiza y por supuesto cuando mas necesitas cambiar de marcha, el embrague no funciona, “ facilitándote” la conducción. Yo al ser el único occidental que conduce, siempre me quedo atrás y por mas que intente ir mas rápido se me hace imposible, a mas a mas no levanto la vista del suelo ni por todo el oro del mundo, sino el revolcón en el barro lo tenemos asegurado. Como todo esto no es suficiente la lluvia cae con fuerza dejándome las gafas inservibles y obligándome a achinar los ojos para poder ver. Tengo hasta las pestañas tensas por todo lo mencionado.
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| Hoy toca empaquetado |
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| En Camboya solo es obligatorio que el conductor lleve casco |
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| Nuestra moto para el reparto |
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| AHHHHHH!! La lluvia me entra por todas partes!!!! |
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| Estado de la "carretera" tras un ratito de lluvia |
El domingo al ser nuestro único día libre nos toca cumplir con las obligaciones: colada, limpieza de habitación y como nuestros impermeables están hechos añicos salimos a la expedición de unos nuevos. En un impulso amoroso nos decidimos por unos japoneses, los mejores del mercado pero poco prácticos para mochileros. Al ser de la mejor calidad pesan al menos 2 kg cada uno...Vamos que no hemos sido muy inteligentes pero parecen indestructibles... Por la tarde la lluvia habitual de la temporada. Nos encontramos a Debora la andaluza con la que compartimos programa televisivo, paseamos un poco y cenamos con Chris, y vuelta a la cama que mañana es lunes.
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