Llegamos a la isla sobre las 11 de la manyana. Nos dejan en el embarcadero, donde los caza-turistas nos ofrecen diversos alojamientos. La BM prefiere inspeccionarlos ella misma, antes de elegir uno, asi que nos quedamos guardando los mochilas mientras ella se va a hacer el tour. Vuelve 3 horas despues, sudada y cansada, pero parece ser que ha encontrado lo que buscabamos: una guest-house tranquila, con la playa a 10 metros de la cabanya y rodeada de cocoteros.
Cogemos un tuk-tuk (es impensable que los suegros puedan andar hasta alli, ya que el camino pasar por medio de la jungla... y recordemos que la calor es aplastante!). El tuk-tuk nos deja a 15 minutos andando de la guest-house, ya que no hay carretera. Cuando la BM nos ensanya las habitaciones, nos encantan. Son de pelicula: rusticas, sencillas y des de ellas solo se escucha el sonido del mar....
Dejamos las mochilas y nos ponemos los banyadores. Cogemos las gafas de buceo, esta lleno de corales y peces de colores, y tambien de unas "churros" negros, que nos dicen que son "pepinos de mar". No nos gustan mucho, pero como el agua es cristalina no es dificil esquivarlos.
Los suegros estan encantados con los cocoteros y la flora que ven. Deciden que no se van a mover de alli en los proximos dias, asi que por la noche vamos hasta la zona turistica y hacen las compras para 3 dias. Que vida nos espera!!!!!!
